Esta sección del blog irá dedicada a la avellana en sí, temas sobre propiedades nutricionales, peso, tamaño, datos de interés y más.
El origen de las avellanas se sitúa en Asia, desde donde su cultivo se extendió a Europa. Representa uno de los más antiguos cultivos alimentarios y sus variedades más importantes son la europea o Corylus Avellana.
Las avellanas son un alimento que destaca por su contenido en vitamina E, ácidos grasos monoinsaturados, ácidos grasos poliinsaturados, magnesio, fibra, calcio, vitamina B, vitamina B6, potasio, vitamina B9, fósforo, hierro, zinc, hidratos de carbono y proteínas. El resto de nutrientes presentes en este alimento, ordenados por relevancia de su presencia, son: vitamina B2, vitamina B3, selenio, vitamina C, carotenoides, yodo, agua, sodio y vitamina A.
Las avellanas son una excelente fuente de:
Calcio: contribuye al fortalecimiento de huesos, dientes y encías, y favorece la adecuada coagulación de la sangre, previniendo enfermedades cardiovasculares, ya que el calcio ayuda a disminuir los niveles de colesterol en sangre. Tambien ayuda en la regularidad de la frecuencia cardíaca y en la transmisión de impulsos nerviosos, contribuyendo a reducir la tensión arterial en personas con hipertensión.
Magnesio: Mejora tanto el tono muscular como el neuronal, favoreciendo la transmisión de los impulsos nerviosos, y la contracción y relajación de los músculos. Tambien hace que la avellana sea eficaz en el reforzamiento del sistema óseo y la dentadura, y muy conveniente para el sistema cardiovascular, ayudando a mantener estable el ritmo cardíaco y la presión arterial, protegiendo las paredes de los vasos sanguíneos y actuando como vasodilatador, evitando de esta manera la formación de coágulos.
Vitamina B1: La vitamina B1 -o tiamina- juega además un papel esencial en la absorción de glucosa por parte de cerebro y sistema nervioso, por lo que la deficiencia de este nutriente puede derivar en cansancio, poca actividad mental, falta de coordinación, depresión, etc. El crecimiento y mantenimiento de la piel o el sentido de la vista, dependen en buena medida de los niveles de esta vitamina en el organismo.